Roderick Díaz, una de las muchas identidades de Rodrigo Díaz de Vivar ha tenido que adoptar en casi mil años, es detenido en el aeropuerto de Barajas, en 1988, cuando estaba a punto de volver a Canadá.
La Agencia Gubernamental H.O.N.G.O. quiere reclutarlo junto a otros héroes, porque una gran amenaza se cierne sobre Burgos y el resto del país.