Todos los criminales de Gotham han sido encerrados en una prisión del tamaño de un barrio conocida como Arkham City y han sido abandonados a su propia suerte. Las calles están rebosantes con los pacientes más peligrosos de Arkham y no hay nadie que los controle. Batman pensaba que la situación no podía volverse más caótica... ¡pero podría estar muy equivocado!