Después de su creación en una aventura de Spiderman, El Castigador saltó al terreno de los magazines, destinado a un público más adulto, para vivir las aventuras en solitario que no podían contarse en los cómics convencionales.
Este tomo contiene las dos únicas historias que llegaron a publicarse entonces, junto a las historias de Dominic Fortune que le acompañaran en su momento.